MOTOGP LE MANS

La lluvia acompañó a los pilotos durante toda la mañana del viernes, mientras empezaban a rodar sobre el asfalto del Circuito de Bugatti en Le Mans, para el Gran Premio de Francia. Afortunadamente, la lluvia amainó y dio paso a un cielo más despejado que los pilotos aprovecharon al máximo. Sin ir más lejos, Pol Espargaró, acompañado de su Honda RC213V, terminó la mañana como el cuarto piloto más rápido. Durante los entrenamientos libres 2, el piloto catalán continuó marcando buenos tiempos, concretamente un 1’32.137 que le permitió terminar el día en el cuarto lugar de la general, a solo 0.001 segundos del tercer puesto.

Marc Márquez, por su parte, fue capaz de mantener una posición entre los diez primeros durante gran parte de la FP1. Terminó la mañana en quinto lugar, a un solo puesto de su compañero de equipo. Ya en la FP2, Marc continuó mejorando su ritmo sin perder su puesto entre los diez primeros en ningún momento. Al final del día, Márquez acabó en octava posición.

La lluvia que caía antes del inicio de los entrenamientos libres 3 ya anunciaba una jornada de clasificación intensa, aunque costaba imaginar lo emocionante que acabaría siendo la sesión.

Durante los libres 3, Marc pudo demostrar que cada día se encuentra mejor de su lesión. De hecho, su acertadísima actuación lo vio terminar la penúltima sesión de entrenamientos en la cima de la clasificación, volviendo el piloto de Cervera a liderar una sesión desde aquella última en el Gran Premio de España de 2020.

Ni la caída de Pol en la curva 3 ni la de Marc en la curva 9 fueron suficientes para hacer que ninguno de los dos se perdiera ni un segundo de la Q2. Lo que siguió fue la sesión de Q2 más emocionante en lo que va de temporada. Márquez protagonizó unos primeros quince minutos impresionantes, lanzándose a la batalla por la pole. Sin embargo, la lluvia regresó a Le Mans y Marc no pudo mejorar el sexto puesto que ya consiguió en su regreso en Portugal.

La actuación de Pol durante la Q2 fue igualmente espectacular, uniéndose a su compañero de equipo en una sana batalla por la pole. Además, se sumó a ellos Takaaki Nakagami, formando estos tres provisionalmente una primera fila de Honda durante los últimos minutos de la Q2.  Desafortunadamente, una segunda caída del piloto de Granollers lo vio descender hasta el octavo puesto para la carrera del día siguiente.

La mañana del domingo empezó de la misma forma que las dos anteriores, mojada y húmeda. Ya a partir de mediodía empezó a despejarse el cielo, dando paso a una tarde aparentemente soleada. Aunque las nubes volvían a llenar el cielo justo cuando la parrilla de MotoGP se alineaba para la inminente carrera de 27 vueltas. Tan solo cinco vueltas fueron necesarias para que los pilotos tuvieran que entrar en boxes para cambiar los slicks por los neumáticos de lluvia.

Para Pol, el inicio no fue fácil, ya que el contacto con Morbidelli lo obligó a retrocedes y salid de los cinco primeros. Tras la llamada a boxes, Espargaró regresó a la batalla por los cinco primeros, hasta que un circuito de Le Mans seco de nuevo le complicó la vida al piloto del Repsol Honda Team, que mantuvo los neumáticos de lluvia junto con los demás pilotos. Al final del día, el pequeño de los Espargaró igualó su mejor resultado con los colores del equipo Repsol Honda hasta ahora, con un octavo puesto muy luchado.

Un inicio de carrera perfecto, aun con las complicadas condiciones con las que se encontró, vio a Marc Márquez posicionarse como líder de la carrera cuando regresó a la pista desde el pit-lane. El ocho veces campeón del mundo seguía aumentando su ventaja de manera constante hasta que la última curva lo envió al suelo. Haciendo gala de su espíritu de campeón, Márquez volvió a la pista para intentar hacerse con el mejor lugar posible tras el incidente.

Marc seguía avanzando, marcando los tiempos más rápidos en pista, pero una segunda caída –esta vez en la curva 6– puso fin a la carrera de Márquez en este GP de Francia. Afortunadamente, no sufrió ninguna lesión, pero la decepción y la frustración lo acompañaran durante unos días. Aunque no demasiados, pues en dos semanas seguro estará preparado, del mismo modo que su compañero de equipo Pol Espargaró, para darlo todo en el Gran Premio de Italia Oakley, en Mugello.